2006-03-03

LA TIERRA PROMETIDA DEL WUAZONTLE

1.1. Pajita poética


Siembren nixtamal pa´que retoñe la poesía, aquí en la tierra prometida del cantarincito este quien años atrás ofreció un templo más qué de Babel, uno de la Sagrada Poetática pa´que todos aquellos de corazón grandote labraran palabras, dijeran la neta y puras pendejadas.

Dicen que en el Siglo XVIII A.C. Abraham contempló esta tierra esperando al Mesías, en estos días los hazmerreíres tienen una esperanza en la mano (se la chaquetean). ¿Cuándo aparecerá el wuazontle?, ya dos años en espera y se sabe que no es Godot, pero ¡chingado que se moche y los invite a más de su tierra si no le va a caer a este mundano lugar!.

Soplar y soplar gota a gota caerá: ¡la pajita! una vez encajada la puntita en el agujero, absorber el néctar de gases, calles, arrabales, gordas pechugonas, la glotonería mexicana a la potencia 100, ¡pura grasa señores!, de esa que produce eructos con resonancia y consonancia y todo esto pa´ir agarrando inspiración.

Pura pajita poética se ha vuelto el ocio de estos semi-poetas, disque talleriando pa´pasar por la aprobación de este renombrado personaje, pero ¡pos cómo! si lo webos pesan.

1.2 ¿Cómo fabricar una palabra innovadora?

Wueno, pasemos al siguiente punto de la ramificación uno, sí, 1 porque además de ser el único y el primero, lo tiene bien parado y direccionado, quién sabe si escupa, así que awas tápense los ojos. Fabricar una palabra Innovadora fue una de las preguntas de un Hazmerreír, -profunda pregunta déjeme decirle señorito, su tinta no va en vano, ha sabido plagar las hojas blancas de estética, sí de estética de la comunicación- eso ha dicho la Yaya, pero ya chale ¿por qué preocuparse por una palabra nueva si ya todas existen?, -¿ya se le olvidó el contexto?, ¿la estructura? - eso es lo que le dará innovación y le sacará un pedo a los que dizque dicen que leen con lentecillos tridimétricos. El consejo de hoy: Tómese unos chochos y échese un chemo y comience a practicar la receta de fabricación. (Comunico: está es tan antigua como el wuazontle mismo, qué vanguardias dadaístas, simbolistas, beats, ni qué chingados, esto es escribir así como preparar tamales):

1. Amásese la semillita principal, es decir la vocal del color que le guste más.
2. No le tenga miedo al blanco de la hoja, dice que es pura, pero es re-puta, ¡sí afloja!.
3. Consúltese y léase el tratado del CHINGAR, qué importa que sea del cabrón de Paz (dicen). Esto pa´ que aprenda sobre el sentido de la palabra mexicana.
4. Hállele las notas bajas y altas a las letras del abecedario, elija los tonos adecuados al poema que escribirá.
5. No piense en imágenes, es decir no se remita a la conciencia, piense en palabras.
6. Fórmese un contexto y eché las palabras al cuadrilátero.
7. No le ponga máscaras, invite a la metáfora, a la metonimia, puro tropopito ahí.
8. Invóquese a Vallejo, Ximénez, Huidobro, pa´que sepa qué es poesía, y descubrir de dónde emergen las palabras (comparación de técnicas).
9.Haga su propio código de lengua, ¡sí señor! y no sea automático, razónelas, mastíquelas, hágales el sexo oral.
10.Fabrique palabras sin pagar por ellas, sin pasar la fotocopiadora, siempre letritas a ver que retoñito le da. Ó pierda noches en ojeras creando un aparato escupidor de palabras.

1.3 La calle falácica

Esta ramificación de la tierra prometida está repleta de arbolitos, no nomás pa´ dar sombrita y mostrar las manchitas de smog, si no para cortar las virtuales frases hechas por el falacio poético.

Esta calle es como un círculo de los infiernos sin círculos, hasta aquí la Yaya nos ha permitido conocer pero no más, aún no podemos besar la tierra prometida como tal. Pero hay leyendas, mitos y hasta corridos.

1.4 La tierra Prometida

Aquí dizque el Wuazontle gobierna sin ser el machín que suponen. La tierra Prometida es donde llegaremos todos aquellos que probemos los talleres de la Yaya, ahí el pinche risotadazo nos coronará como poetas y de paso nos publicará con sello best-seller y de regalo el compendio del tallereo.

He aquí mi experiencia como semi-poeta con los Hazmerreíres y la Yaya. Y pos que más da que imaginar al Wuazo peleando con Batman para poder llegar con nuevas técnicas, más chidas que las que dicta la ñora esta. Sí se hace del desear es porque algo bueno trae, así que a esperar porque dicen que en esa tierra está el paraíso y uno se vuelve mágico y loco...ahh y poeta.

Firma

El semi-poeta (¡ay! me manché de lechita)

2006-02-14

Bitácora de la Yaya


Bitácora del Taller de la Yaya, Octubre (está manchado de salsa de tomate verde)

-Wenas, señores, pos aquí pa'l que ya haya venido por estos lares, pos ya sabe de qué lado masca la iguana, y el que no, pos no.

Así los bienvine de nuevo al Taller de la Yaya, que después de una atasquiza de mole con pollo de la cuál acabé en el Hospital Civil... hasta ahorita estamos regresando a poner de nuevo la Fonda Doña Yaya a jalar.

También ya pusimos otra vez a la talacha al Wasontle, que se la había pasado de webón todos estos años. Ya ven cómo son los pinches estos que se creen quesque poetas y archienemigos del Batman y nomás se la pasan que viendo la luna, que pensando en viajes, quesque pensando en viejas, quesque "cómo le voy a hacer para partirle su madre" y una acá en la chinga, hasta que se nos acabó el varo que teníamos guardado para nuestro viaje a El Salto de Juanacatlán y luego pos nada, que le digo al wey que había que volver a la onda del Taller de Poesía, porque, eso sí, la cosa esta del nabo cuando hablamos de la cenaduría, así que para atraer poetas pos icluímos la traga, porque eso sí, pobres pobres, pero con harta hambre, los cabrones.

-Oiga doña Yeya, ¿cuál es el orden poético de las palabras?

-Yaya, pendejo... No, m'ijo, no me diga de palabrotas feas usté, que qué se está creyendo. Ire, mejor le traigo unas enchiladas suizas y le traigo un poema de Sabines pa'que se eduque.

-Oiga, doña, pero a mí me dijeron que está bien chafa el Sabines ese.

-Mira, muchachito cabrón, no sé quién te anda diciendo de cosas, y te está enseñando a decir malas palabras...

-Es que soy de Letras.

-Ah, pos con razón. Mira, saltamontes querido, ¿ya te terminastes tus enchiladas?, ¿quieres un pozolito?, llégale al tepache, bombón. La onda es que mi Sabinitos era bien cursi, pues, pero tenía un corazonzote, quién no se acuerda de "Los amorosos" o de la Tía Chofi, a ver...

-Pero yo nunca lo he leído...

Yo tampoco, chaval, pero dicen que es bien acá...

Iba llegando entonces el Molkas, poeta de camión -lo encuentran todos los días en las rutas que van al centro (52, 52 A, 52 B, 54, 231, 231 A, 275 Diagonal, 275 D, 275 A y B) , su olor es más representativo de él que su poesía-, saludó a la banda y empezó a recitar un poema al aire.

-Atentos pasajeros que en el autobús van
quisiera mostrarles mi affaire con el cancán
niños niñas de carriola y desván
señora señor, ándele, que no le vendo mazapán

Un hermoso poema, le vengo yo a sembrar...

-A mí no me siembras ni madres, pendejo. ¿Qué te estás creyendo?

-No doña, aguante, el poema este lo hice cuando cantaba en el camión, iban un par de muchachitos, niños ellos y la neta me dieron ganas de regalarles un poema bien chido...

-¡¿Cuál pinche chido?! Chidos los tamales,¿ya los probastes? ándale, sírvete unos...

-Chido, doña, la neta es que no había comido...

Les pasamos a los chicos unos números atrasados del Sensacional de Traileros para que hicieran su tarea en casa, pero antes, leímos un poco ahí, pero los weyes yo creo que no habían tragado en días, no me hacían caso hasta que decidí mandarlos a todos a escobasos a sus casas, si tenían (aquí hay una mancha inmisericorde de mole y un trozo de tortilla)...

El pinche Wasontle nunca se apareció el méndigo, a ver si para la otra...

La Yaya.